Fin de una etapa (2)

Luis Daniel González
5 min readFeb 24, 2024

A principios de año publiqué, en formato electrónico, El deseo de comprender, o por qué leer y releer a Homero, Virgilio, Dante, Shakespeare, Cervantes, libro que comencé con cierta intención de cerrar mi dedicación a la LIJ y abrir otra etapa, y que al final se ha quedado justo en el medio, pues también he terminado dirigiéndolo a lectores jóvenes y a todos los interesados en llevar a los niños y los jóvenes a la mejor literatura.

Pocas semanas después, a principios de febrero, estaba disponible la edición en papel, que se puede pedir directamente al editor (elcercano@elcercano.com), comprarla en la tienda de El Cercano, o pedirla en librerías. «Oficialmente» se presentó el jueves 15 en El Cercano: aquí están un video de la presentación en Youtube y el guión que preparé (y más o menos utilicé) para ella. Quien desee más información puede entrar en la página de amazon y pulsar en «leer muestra» para echar un vistazo a la Presentación, a la introducción (que se titula «El mejor motivo»), y a bastante del primer capítulo.

Tal como allí se indica más de una vez he visto las dificultades de dar argumentos a un público joven que les muevan a leer autores y libros clásicos y, más aún, que consigan estimularles para que sostengan el esfuerzo hasta el final. También he conocido personas que trabajan en el campo de los libros para niños y jóvenes que han perdido de vista el propósito de atraerlos hacia la gran literatura, y han optado por seguir la línea de menor resistencia y el conformismo con objetivos menores. Así que este libro, aparte de que me lo planteé como una oportunidad personal de leer con calma y seriamente a grandes autores, tiene la intención de apuntar sugerencias que animen, y de dar razones que conduzcan, a la lectura tranquila, informada y reflexiva de los cinco grandes clásicos esenciales de nuestra cultura: Homero, Virgilio, Dante, Shakespeare y Cervantes. Está pensado para cualquier tipo de lector pero se dirige sobre todo a quienes trabajan por acercar los mejores libros a un público joven y, naturalmente, a lectores jóvenes deseosos de aprender y de comprender.

En las últimas semanas he ido poniendo entradas, en mi página web, donde recopilo enlaces a los mejores libros relacionados con cada capítulo: pienso que es una manera de ayudar a recorrer el mismo camino lector que yo hice, pero más ordenadamente. Empecé por libros que cito varias veces, que tratan sobre varios autores o sobre cuestiones generales, y que me parecen excelentes. Aunque podrían ser más, los que destacaría son: Desempolvando a los clásicos (Gerardo Vidal); Borges y los clásicos (Carlos Gamerro); 3 noches, 3 auroras (José Mateos); La aventura sin fin (T. S. Eliot); Mímesis (Eric Auerbach).

Luego, una selección de los libros más utilizados para el capítulo que dedico a Homero es la siguiente: — sobre Homero, la biografía Homero (Bowra) y el ensayo El legado de Homero (Manguel); — sobre la Ilíada, la edición de Gredos: Ilíada; los ensayos De la Ilíada (Bespaloff), La guerra que mató a Aquiles (Alexander); la novela El asedio de Troya (Kallifatides); — sobre la Odisea, la edición de Gredos: Odisea; el ensayo Una Odisea: un padre, un hijo, una epopeya (Mendelsohn).

En relación a Virgilio y la Eneida, había leído tiempo atrás la biografía de Virgilio (Grimal), pero volví a echarle un vistazo; leí El siglo de Augusto (también de Grimal) y una parte de la obra de Horacio; me sirvió mucho la edición de Gredos de la Eneida para la comprensión de los méritos poéticos de Virgilio — tan bien explicados, por otra parte, por T. S. Eliot en varios ensayos — , y recuperé mis notas de dos novelas excelentes: El silbido del arquero (Irene Vallejo) sobre la primera parte, y Lavinia (Ursula Le Guin), sobre la segunda.

En cuanto a Dante, de las varias biografías que leí la que más me gustó fue la de Marco Santagata titulada La novela de su vida; de las distintas ediciones de la Divina Comedia leí completa la que manejé desde que comencé con este plan, la edición de Austral, en prosa; leí prácticamente completas, y cito a veces, las excelentes, y bilingües, edición y traducción de José María Micó (Acantilado) y de Jorge Gimeno (Penguin); y al final, ya con el libro casi terminado, me insistieron en que leyera, y me pareció muy buena, la edición de Alianza traducida por Abilio Echeverría. Me ayudaron mucho los tres volúmenes de Franco Nembrini sobre Dante: Poeta del deseo (Paraíso) Poeta del deseo (Purgatorio) y Poeta del deseo (Infierno), que también se pueden adquirir en un pack con los tres volúmenes; el extraordinario Reading Dante (Prue Shaw); y, naturalmente, el borgiano Nueve ensayos dantescos.

Para el capítulo sobre Shakespeare manejé una edición de una selección de sus obras traducidas por Angel Luis Pujante, y también repasé los volúmenes de una edición de Obras completas prologadas y editadas por Andreu Jaume. Conocía ya la biografía de Peter Ackroyd y la de Joseph Pearce, pero, en especial, me sirvieron mucho la de Stephen Greenblatt y la obra que también Greenblatt tituló El tirano, sobre algunos personajes shakespearianos; en esta línea me atrajo, y me pareció un gran libro, La mentalidad trágica, de Robert Kaplan. Saqué provecho de leer, y luego comparar, La invención de lo humano, de Harold Bloom, y Por los ojos de Shakespeare, de Joseph Pearce (de quien también busqué y leí sus prólogos a varias obras de Shakespeare, publicadas por Ignatius Press, en especial de Shakespeare on Love, sobre Romeo y Julieta). Luego, libros que nadie a quien interese Shakespeare debería perderse son Los fuegos de la envidia (René Girard) y El alma del ingenio (Chesterton).

Para el capítulo sobre Cervantes las obras principales que usé fueron: varias biografías que había leído tiempo atrás (la de Canavaggio, la de Jordi Gracia, los tres volúmenes de la de Lucía Megías, la juvenil de María Teresa León); obras también comentadas en mi página como Leer el Quijote en imágenes (Lucía Megías) y Mímesis conflictiva (Cesáreo Bandera); otras biografías como Las vidas de Miguel de Cervantes (Andrés Trapiello) y Cervantes (Santiago Muñoz Machado); el libro de ensayos Don Quijote ¿muere cuerdo? y otras cuestiones cervantinas (Margit Frank), y el magnífico, y no traducido al castellano que yo sepa, O segredo do humor (Celestino Fernández de la Vega).

Bueno, y aún queda un poco más para llegar al fin de una etapa.

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Luis Daniel González

Escribo sobre libros, y especialmente sobre libros infantiles y juveniles, en www.bienvenidosalafiesta.com.