Novelas que merecen ser leídas y releídas
Recomendaciones de novelas para estos días de cuarentena y para siempre. Traigo aquí la información que antes estaba en la nota «Algunas grandes novelas y relatos», pero reordenada y ampliada.
En primer lugar hablo, cómo no, de novelas de aquellos autores a los que he dedicado muchas horas a lo largo de mi vida y sobre los que he publicado libros que son como guías de lectura:
—de Dickens: Historia de dos ciudades;
—de Stevenson: Secuestrado y Catriona, relatos consecutivos de los que puse la nota ¿La mejor novela de aventuras jamás escrita?
—de Cormac McCarthy: Todos los hermosos caballos; comento algunos diálogos de novelas del autor en Pensar en lo que uno cree;
—de William Golding: El señor de las moscas; he mencionado esta novela en ¿Quién cuida de los niños?, relacionándola con Ortodoxia, de Chesterton, y El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger;
—de Fiódor Dostoievski: Los demonios;
Varias novelas reseñadas con cierta extensión aquí y en bienvenidosalafiesta:
—Jane Austen: Persuasión;
—Honoré de Balzac: El primo Pons;
—Wilkie Collins: La dama de blanco;
—Alessandro Manzoni: Los novios;
—Donna Tart: El jilguero;
Unas trilogías:
— Soma Morgenstern: Destellos en el abismo;
— Evelyn Waugh: Retorno a Brideshead y la trilogía Espada de honor;
— Marilynne Robinson: Gilead, En casa, Lila;
Además, estos comentarios a:
— 84 Charing Cross Road, de Helene Hanff;
— Paz, de Richard Bausch, y El sargento en la nieve, de Mario Rigoni, en Dos buenas novelas cortas de guerra;
— El octavo día, de Thornton Wilder, y Ángulo de reposo, de Wallace Stegner, en Dos grandes novelas norteamericanas;
—una obra de teatro, La visita de la vieja dama, de Friedrich Dürrenmatt.
Por otro lado están las novelas y relatos mencionados en Relatos valiosos sobre la muerte.