Una parte de las notas publicadas en esta cuenta figuran en el libro electrónico titulado Pensar bien, cuya presentación he puesto en esta entrada.
Abajo indico algunas notas que, a su vez, remiten a otras notas, con datos actualizados en julio de 2020. Las notas correspondientes a los últimos meses de 2020 las pondré más adelante.
Algunas novelas que merecen ser leídas y releídas.
Notas sobre cuestiones sociales, culturales y políticas.
Notas sobre cuestiones educativas.
Notas y artículos sobre lectores y lectura.
Notas y artículos sobre literatura infantil y juvenil (LIJ).
Relatos valiosos sobre la muerte.
Libros de no-ficción que merecen ser leídos y releídos.
Selecciones de libros infantiles y juveniles de acuerdo con géneros, temas y otros rasgos.
Selecciones de libros infantiles y juveniles por edades.
Después de varios años de mejoras y correcciones, Manzoni consiguió con Los novios la obra cumbre del romanticismo italiano. No era su intención confeccionar una novela histórica al modo de Walter Scott, sino un gran tapiz realista sobre las duras condiciones de vida de la gente sencilla.
Se desarrolla entre 1628 y 1630, en Lombardía, bajo el dominio español cuando reina Felipe IV. Renzo y Lucía desean casarse pero el párroco don Abbondio, presionado por don Rodrigo, no se atreve a oficiar la boda. Falla la intervención del prudente fray Cristóforo y Renzo tiene que huir a Milán, donde se propaga la peste y, a consecuencia de la revuelta posterior del hambre en la que se ve implicado, debe marcharse a Bérgamo. Lucía se refugia en Monza, pero allí es secuestrada por un misterioso personaje: el Innominado. …
Ensayo singular de autoayuda, nada condescendiente y muy realista, que se apoya en la mucha experiencia del autor como psicólogo clínico y que plantea unas formas de afrontar la vida y la educación de los niños que muchos cuestionan hoy pero que conectan con las enseñanzas morales más clásicas. Unos buenos comentarios al libro, y también a las polémicas que suscitó, están en esta reseña y en este artículo.
Sería interesante hablar de cómo se apoya en libros importantes — de Alexander Solzhenitsyn, de Viktor Frankl, de George Orwell… — , y de libros que su lectura sugiere —en mi caso, por ejemplo, Juventud sin Dios, La abolición del hombre, El poder de los sin poder… — , pero sería un texto muy largo que además me llevaría mucho tiempo preparar. Así que aquí me limito a seleccionar unas ideas y párrafos de las notas que yo he tomado.
Es un gran capítulo, que a cualquier interesado en temas educativos o que tenga lea muchos libros infantiles y juveniles le vendría bien leer, la regla 5: «No permitas que tus hijos hagan cosas que detestes». Ahí se dice que «se puede perjudicar a un niño tanto o más privándolo de verdadera atención como mediante el abuso mental o físico. Este daño por omisión, en vez de por comisión, no resulta menos severo y duradero». Y el autor explica que hay padres que optan por no ser el malo de la película y que, al actuar así, «en absoluto consiguen rescatar o proteger a sus hijos del miedo o del dolor. Al contrario, el universo social expandido, tan insensible y tan dado a juzgar, les infligirá muchos más castigos y conflictos de los que un padre atento podría imponer. O bien disciplinas a tus hijos, o bien traspasas esa responsabilidad al cruel e insensible mundo». Está muy bien la reflexión de que «los padres tienen el deber de actuar como representantes del mundo real», pues sólo así podrán conseguir «que sus hijos sean socialmente deseables, algo que les proporcionará oportunidades, amor propio y seguridad».
Otros párrafos importantes para quienes tratan con niños y se sienten presionados por algunas ideas educativas hoy imperantes están en la regla 11: «Deja en paz a los chavales que montan en monopatín». Como ejemplo, esta explicación de lo evidente: «las chicas juegan a juegos de chicos, pero a los chicos les cuesta mucho más jugar a cosas de chicas. Esto se debe, en parte, a que se considera admirable que una chica gane cuando compite contra un chico, y no pasa nada si pierde. Sin embargo, para los chicos, ganarle a una chica a menudo no está bien, pero peor todavía es perder». Y no digamos nada si se trata de pelear: «pelear con una chica, para un chico, es primero sospechoso; si gana es patético, y si pierde su vida ha terminado para siempre…». Aquí no está de más recordar un comentario irónico sobre la educación en el feminismo que figura en una novela de Terry Pratchett que cité en Cosas que son como son.
De la regla 9, «Da por hecho que la persona a la que escuchas puede saber algo que tú no sabes», selecciono este párrafo: «La gente piensa que piensa, pero no es así. (…) Pensar es un diálogo intenso entre dos o más formas distintas de ver el mundo. (…) [Pensar es] algo que requiere al mismo tiempo ser un orador elocuente y escuchar de forma atenta y sensata. Algo que implica conflicto, así que tienes que saber tolerarlo. (…) Así pues, pensar es emocionalmente doloroso, así como fisiológicamente exigente, más que cualquier otra cosa, con la excepción de no pensar».
De la regla 10, «A la hora de hablar, exprésate con precisión», este párrafo: «Di lo que quieres decir para que así puedas descubrir qué es lo que quieres decir. Luego lleva a la acción lo que dices para que así puedas descubrir qué ocurre. Y entonces presta atención. Advierte tus errores y exprésalos. Haz lo posible para corregirlos. Es así cómo descubrirás el significado de tu vida. Y te protegerá de la tragedia».
El autor repite las mismas frases en distintos contextos. Algunas están unidas en el siguiente párrafo: «Apunta hacia arriba. Presta atención. Arregla lo que puedas arreglar. No seas arrogante. Esfuérzate por ser humilde (…). Sé consciente de tus propios defectos (…). Y por encima de todo, no mientas. No mientas por nada, nunca».
Jordan B. Peterson. 12 reglas para vivir: un antídoto al caos (12 Rules for Life: An Antidote to Chaos, 2018). Barcelona: Planeta, 2018; 510 pp.; trad. …
Libro que contiene textos publicados en prensa por el autor, normalmente tomando pie de algo que observa, o de algo que piensa con motivo de alguna noticia, o de alguna anécdota que le ha ocurrido, o de algún episodio literario que recuerda. Vale la pena conocerlos, por su agudeza y su buen humor, porque la mirada reflexiva de Magris ayuda a entender mejor la realidad, y también porque su conjunto presenta un panorama del mundo en el que vivimos.
Así, de una noticia que acaba de leer, acerca de la posible destrucción de treinta mil embriones congelados, indica que «revela la perversión con la que a menudo se tergiversa el justísimo concepto de la calidad de vida: más que tratar de proporcionar una calidad de vida digna a quien no la tiene, se lo elimina».
En relación a las que se han dado en llamar noticias del corazón, en las que piensa con motivo de una visita a la cárcel para hablar de literatura con los presos, comenta: «También el corazón, escribe Flaubert, tiene sus letrinas, pero no se entiende por qué hay que espiar estas letrinas por el ojo de la cerradura, invitando a hacerlo a otros miles, o por qué hay que abrir la puerta de la propia letrina mientras se está ocupado en evacuar, e invitar a otros a mirar».
A propósito de la publicidad televisiva señala que, «si bien es de verdad una pesadez que estropea el honesto entretenimiento de quien querría ver una transmisión, es también un gran cuaresmario, el heredero de la universalidad de los Misterios medievales en los que toda belleza, riqueza y poder terminan en cenizas. Si no existieran las casas productoras de desodorantes, depilatorios, compresas y champús, ¿quién recordaría aún que estamos destinados al polvo?» …
Libro largo, muy bien construido y documentado, con el que he aprendido y disfrutado en las últimas semanas. Aunque en el pasado he leído libros y documentos de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, así como las excelentes entrevistas que le hizo Seewald — La sal de la tierra (1996), Dios y el mundo (2000), Luz del mundo (2010) — , y otras, siempre vale la pena volver a un personaje de tanta categoría intelectual y humana.
El libro está dividido en seis grandes capítulos — «El niño y el adolescente», «El alumno modélico», «El Concilio», «El Maestro», «Roma», «Sumo Pontífice» — , y tiene un «Epílogo» y una parte final titulada «Últimas preguntas a Benedicto XVI». Se despliega con orden el itinerario personal e intelectual del biografiado, se da mucha información acerca de las personas que le rodearon y de los acontecimientos externos que modelaron su forma de ser y de afrontar las cosas, se dan oportunos apuntes históricos al hilo de la narración, y todo se sitúa en el contexto de los sucesos que van ocurriendo al mismo tiempo en el mundo. …
Cinco años antes de Sentimentalismo tóxico, Theodore Dalrymple había publicado Nuestra cultura, ¿qué ha sido de ella? Los mandarines y las masas, un libro traducido al castellano hace poco por El Cercano, una pequeña editorial ourensana. En él se contiene una recopilación de artículos largos publicados al principio del siglo XXI: doce agrupados en un bloque titulado «Artes y letras» y catorce en otro titulado «Sociedad y política». En ellos, tomando como punto de partida sus ricas experiencias humanas y profesionales — su madre llegó a Inglaterra como joven refugiada del régimen nazi, él viajó y trabajó en muchos países de todo el mundo (africanos, americanos y asiáticos), fue catorce años psiquiatra en un hospital carcelario — , reflexiona sobre la condición humana y sobre la evolución de la sociedad en la que vive, como con la intención de diagnosticar sus males. …
Después de su llamamiento urgente a transmitir nuestra herencia cultural en Los desheredados, en su nuevo libro el autor habla, con igual claridad en la exposición y orden en su argumentación, de algunos planteamientos dominantes en nuestra sociedad. Para presentarlos, en la introducción se apoya en Carta al General X, una obra breve de Antoine de Saint-Exupéry que no llegó a publicarse, donde habla de su pasión juvenil por la velocidad, que al final de su vida le parece vacía e incluso destructiva, y del problema de fondo que, a su juicio, tiene Europa: «reconocer que la vida del espíritu es la única que satisface al hombre». …
Libro que acabo de leer y que me ha recordado otro extraordinario libro del autor titulado En la belleza ajena. Los dos son parecidos: están muy bien escritos, son como dietarios, tienen mucho de memorialísticos, ambos dan cuenta de aspectos de la vida social de la Polonia comunista en la que vivió el autor, en ambos hay referencias a sus estancias en distintas ciudades del mundo — las polacas desde luego, pero también París, Berlín, Chicago, etc. …
Roger Scruton es un autor que, como se indica en este buen comentario a Cómo ser conservador, aúna formación filosófica, estilo elegante y sentido del humor, lo que hace su lectura muy amena y más que interesante. En reseñas como la citada y, por supuesto, en el clarificador prólogo de Enrique García-Máiquez, hay información sobre los contenidos, los aciertos y también las carencias del libro. Al final, en él se incluye la llamada Declaración de París, firmado por Scruton y otros pensadores, un texto que recoge resumidamente los propósitos del libro.
Resumo a continuación algunas ideas, formuladas casi por completo con las mismas palabras del autor, y expuestas con la intención de animar a la lectura completa del libro. Al final me detengo un poco más en los comentarios de Scruton a propósito de la cultura y la belleza, para mí los mejores del libro. …
Primer libro que leo del autor. En él explica qué son los rituales, su importancia y su necesidad para una vida verdaderamente humana; y muestra las dificultades que muchos tienen hoy para entender su función y lo que pierde la sociedad al descuidarlos. Me ha gustado la manera en la que formula sus pensamientos con frases breves, aunque no tanto su modo a veces circular o repetitivo de avanzar en sus razonamientos, y me ha parecido notable su capacidad para incitar a la reflexión.
Unos textos del libro están en este enlace, y este buen comentario indica varios puntos que subraya: que los rituales son o actúan como diques de contención para el fluir continuo y anodino del tiempo; que ayudan a un saludable olvido del yo — algo a lo que contribuyen en especial esos ritos menores que son las buenas maneras — ; que nos facilitan liberarnos de las ataduras que imponen los procesos productivos que priorizan la utilidad; su relación con la poesía y la lectura en profundidad. Por mi parte, con los párrafos que siguen intento resumir algunas de las ideas del autor empleando casi siempre sus mismas expresiones. …
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